Título: Harry Potter y las reliquias de la muerte
Autora: J.K. Rowling
Saga: Harry Potter #7
Protagonistas: Harry Potter, Ron Weasly & Hermione Granger
Género: Fantasía | Juvenil
Género: Fantasía | Juvenil
Puntuación personal: 5 estrellas
Sinopsis: La fecha de acerca. Cuando cumpla diecisiete años, Harry perderá el encantamiento protector que lo mantiene a salvo. El anunciado duelo a muerte con lord Voldemort es inminente, y la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes, más urgente que nunca. Ha llegado la hora final, el momento de tomar decisiones difíciles. Harry debe abandonar la calidez de La Madriguera para seguir sin miedo ni vacilaciones el inexorable sendero trazado para él. Consciente de lo mucho que está en juego, tendrá que buscar en su interior la fuerza necesaria que lo impulse en la vertiginosa carrera para enfrentarse a su destino.
Harry Potter y las reliquias de la muerte es la séptima y última entrega de la saga de fantasía juvenil Harry Potter. Ambientada en Inglaterra, entre los años 1997-1998, seguiremos a Harry y sus leales amigos, Ron y Hermione, en la búsqueda y destrucción de los restantes horrocruxes para conseguir derrotar definitvamente a Lord Voldemort. La novela está narrada en tercera persona desde la perspectiva de Harry. El epílogo acontece 19 años después del final de la historia, en la estación de tren King Cross.
* Atención, la reseña contiene spoilers de los libros anteriores.
Después de presenciar el asesinato del viejo director de Hogwarts, Albus Dumbledore, a manos de Severus Snape, Harry está más decidido que nunca a destruir a Voldemort y acabar con sus mortífagos para poner fin a una guerra que se está cobrando muchas vidas. Harry Potter y sus dos mejores amigos, Ron Weasley y Hermione Granger, por primera vez no volverán este curso a Hogwarts. Los tres amigos partirán hacia un peligroso viaje en búsqueda de los restantes horrocruxes.
Tras destruir el anillo de Sorvolo y el diario de Tom Riddle, solo quedan cinco horrocruxes más: el verdadero guardapelo de Slytherin, la copa de Hufflepuff, un objeto relacionado con Ravenclaw, Nagini y el propio Voldemort. Sin embargo, muchas son las incógnitas que se encuentran nuestros héroes pues deben descubrir qué son, dónde están y cómo destruirlos.
Harry Potter y las reliquias de la muerte pone punto y final a una gran historia que me ha acompañado en los últimos meses. Desde el primer libro lo he dicho, admiro a J.K. Rowling por su capacidad para crear historias tan completas y bien construidas, con tramas y giros argumentales que se relacionan de manera exquisita y acompañadas de unos personajes entrañables a los que resulta imposible no cogerle cariño. Siete libros después, estoy apenada por tener que despedirme de esta gran saga.
Volviendo al tema principal, cuando terminé de leer Harry Potter y las reliquias de la muerte era tal el vacío que me dejó que pasé varios días intentado asimilar el hecho de que no había más libros, de que no volveríamos un año más con Harry, Ron y Hermione a Hogwarts. Fue difícil asimilar que la historia estaba cerrada, despedirme de esta saga y de sus personajes. Mi experiencia no fue igual que la de otras personas a las que la saga lo acompañó durante años de su infancia, pero el vacío también queda ahí.
Comenzaré por el principio, Harry Potter y las reliquias de la muerte es un libro extenso, con mucha acción y en la que se suceden unas tramas con otras. Desde el primer libro he valorado la capacidad de Rowling para enlazar y unir los distintos hilos argumentales creando una historia completa y con sentido. En sus novelas todo sucede por algo y cada pequeño detalle está perfectamente cuidado. Este libro no es la excepción. El final cierra perfectamente todas las tramas y explica pequeños detalles que pasaron desapercibidos pero fueron importantes. Un ejemplo fue cuando en Harry Potter y la Orden del Fénix están limpiando la casa y se encuentran con el guardapelo que posteriormente se descubre que es el horrocrux que Regulus le robó a Voldemort. Esos pequeños detalles son los que marcan la diferencia y muestran cuando una historia está perfectamente cuidada. A mi personalmente me fascina y creo que eso le aporta mucho más realismo a la historia. Si una cosa ha quedado claro a lo largo de la saga es que en Harry Potter todo pasa por algún motivo.
Cuando inicias la novela hay muchas incógnitas por descubrir que se van descubriendo poco a poco a medida que trascurre la acción y que, a su vez, sirven como hilo conductor que une unas tramas con las siguientes. El ritmo del libro es rápido, aunque en determinadas partes no lo parezca, siempre están sucediendo tramas que serán claves para el desarrollo de la historia y que nos conducen hasta esa batalla final. Sin embargo, también es verdad que estas tramas, sobre todo al principio de la novela, me han parecido algo repetitivas. Son varias las situaciones en las que Harry, Ron y Hermione están a punto de ser capturados y siempre en el último momento consiguen escapar [spoiler cuando se infiltran en el Ministerio, en el valle de Godric, en la casa del señor Lovegood, en la mansión Malfoy, en Gringotts...]. El problema es que si se repite el mismo patrón se hace muy predecible.
A pesar de esto, estoy muy contenta y satisfecha con el final de la saga, pues cierra perfectamente todas las tramas e incógnitas abiertas, los detalles imprescindibles están y, en general, le da un sentido global a toda la historia. No cambiaría nada del final aunque determinados hechos me hicieron sufrir o hubiera preferido que algunas cosas terminaran de forma diferente, porque básicamente es el final perfecto, el que tenía que ser y el que la autora decidió.
A pesar de esto, estoy muy contenta y satisfecha con el final de la saga, pues cierra perfectamente todas las tramas e incógnitas abiertas, los detalles imprescindibles están y, en general, le da un sentido global a toda la historia. No cambiaría nada del final aunque determinados hechos me hicieron sufrir o hubiera preferido que algunas cosas terminaran de forma diferente, porque básicamente es el final perfecto, el que tenía que ser y el que la autora decidió.
A partir de aquí podéis encontrarar varios SPOILERS del final de la saga, avisados quedáis. Leer bajo vuestra propia responsabilidad.
Mi parte favorita de todo el libro es la batalla de Hogwarts. En primer lugar porque es el desenlace, la batalla final donde se decidió todo. Desde el primer momento en el que Harry pone un pie de nuevo en Hogwarts hasta el último capítulo, engancha. Es una parte que cuenta con los principales elementos de la saga: investigar el dónde se encuentra la diadema de Ravenclaw, la unión de Hogwarts contra los mortífagos, la parte de acción y guerra, los descubrimientos del pasado fundamentales para entender mejor la historia, la relación entre los personajes y también la pérdida, y como no podía faltar, un diálogo místico con Dumbledore. En segundo lugar, porque en Hogwarts es donde todo comenzó y donde debería terminar. No sería un libro de Harry Potter si al menos Harry no fuera a Hogwarts. El final tenía que ser allí.
Como siempre, J.K. Rowling cuida muy bien los detalles que serán fundamentales para el final de la saga. Por ejemplo, cuando Harry va hacia el Bosque prohibido a recibir a la muerte, le advierte a Neville que si tiene la oportunidad, mate a Nagini (Lo que al final acaba sucediendo).
Por cierto, cabe destacar que en esta parte del libro los personajes de McGonagall y Neville son los mejores de todos. En especial, me gusta el protagonismo que ha tenido Neville en la batalla final, pues al fin de cuenta él es un verdadero Gryffindor que podría haber sido, según la profecía, el elegido si Voldemort lo hubiera marcado como su igual. En esta parte se muestra la valía de Neville y es increíble el desarrollo que ha tenido su personaje a lo largo de estos siete libros.
El paralelismo de la fábula de los Tres Hermanos, las Reliquias de la Muerte y Voldemort, Harry y Snape, es una trama muy bien enlazada, con mucha simbología para el final de la historia. A mi gusto, junto con la Batalla de Hogwarts, es una de las mejores tramas del libro. Las Reliquias simbolizan la forma en la que murieron cada uno de los tres personajes y los une como a hermanos. En el final del libro, Voldemort, Harry y Snape han sido personajes esenciales para el final de la historia.
- Paradójicamente, Voldemort acaba muriendo por la avaricia de querer ser el más poderoso de todos y vencer a la muerte por la propia Varita de Saúco (la varita más poderosa que da un poder increíble a su dueño) que creía suya.
- Snape muere anhelando a un amor perdido y, en cierta forma, cuando muere viendo los ojos de Harry (que son idénticos a los de su madre) es como si hubiera utilizado la Piedra de la Resurrección y la hubiera visto una última vez.
- Por último, Harry, poseedor de la Capa invisible, acepta su sino y muere recibiendo a la muerte como una vieja amiga. Casualmente cuando Harry es asesinado por Voldemort, Harry se reencuentra con Dumbledore, un viejo amigo muerto, que le explica que puede volver y vencer a Voldemort pues la varita de Saúco solo ha destruido la parte del alma de Voldemort que habitaba en él.
En el libro se marca dos caminos a seguir para vencer a Voldemort, unir las Reliquias y convertirse en el Señor de la muerte, o destruir a los horrocruxes. En una parte del libro, Harry debe decidir cuál de los dos caminos seguir: hablar primero con Gryphook para entrar en Gringotts y destruir la copa de Hufflepuff (el camino de los horrucruxes) o hablar con Ollivander y descubrir que fue de la Varita de Saúco (las Reliquias). Finalmente, aunque Harry seguir destruyendo los horrocruxes, ambos caminos no van separados sino juntos. Harry debía destruir todos las partes del alma de Voldemort almacenadas en los horrocruxes para poder matarlo, y a su vez el unió las tres Reliquias de la Muerte (pues es el poseedor de la capa, la varita lo considera su amo y también utilizó la piedra) convirtiéndole en el Señor de la Muerte y pudiendo burlarla al regresar a la vida para vencer definitivamente a Voldemort. A esto me refiero a que Rowling cuida cada detalle y une las tramas con una facilidad asombrosa.
Por último, aunque Harry es un personaje que le tengo cariño (aunque en partes me exaspera), debemos admitir que hasta en el enfrentamiento final Harry consigue sobrevivir por pura suerte. Harry vence definitivamente a Voldemort porque la varita de Saúco pertenecía a Draco Malfoy que desarmó a Dumbledore aquella noche en la torre de Astronomía. Por casualidad, cuando estaban en la mansión Malfoy Harry desarmó a Draco, cambiando la lealtad de la varita. Esto fue el que fue el hecho decisivo para derrotar a Voldemort pues como la varita consideraba su amo a Harry, no podía hacerle daño con el Avada Kedavra y por eso rebotó la maldición contra Voldemort. Harry no ganó a Voldemort por actitudes propias sino por un conjunto de situaciones favorables y la ayuda de sus amigos.
Para finalizar, el epílogo me ha dejado bastante indiferente. Es bonito ver lo que fue de los personajes después del final pero tampoco me ha parecido muy necesario. Ni me ha encantado, ni me ha disgustado. Sin más. Por cierto, hablando de la obra de teatro que continúa al epílogo, Harry Potter y el legado maldito, os digo que para mi no es una continuación oficial. Es decir, Rowling dio su visto bueno pero la historia está perfectamente cerrada con séptimo libro. La leeré por el placer de reencontrarme con algunos personajes pero no lo considero el octavo libro de la saga.
Puntuación:
¡5 ESTRELLAS!
Esta reseña ha sido larga porque quería dejar retratadas parte de las impresiones que tengo de este libro. Podría seguir hablando de él por horas e incluso de toda la saga, y quizá lo haga en el futuro, pero creo que ahora es momento de cerrar está saga.
Le doy cinco estrellas no por ser perfecto ni mi favorita, pues Harry Potter y el prisionero de Azkaban, siempre ocupará un lugar especial. Le doy la máxima puntuación por ser el final de la saga y por cerrar la historia. Harry Potter no son siete libros, es una misma historia contada en siete tomos y este es solo el final de toda esa increíble historia. Por eso le doy esa puntuación.
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