martes, 20 de septiembre de 2016

Estaciones entre series: The OC (Season 1)


¡Hola, pandas! Hoy os voy a hablar de una serie que desde hace años estaba en mi lista de pendientes y que seguramente vi, cuando era pequeña, algún que otro capítulo que era emitido en La 2. Sí, como veis en el título voy a hacer la review de la primera temporada de The OC.

The OC es una serie juvenil que sigue la vida de un adolescente llamado Ryan Atwood que vivía en Chino. Tras ser atrapado cuando robó un coche con su hermano, Ryan  es enviado a un centro de menores donde conocerá a Sandy Cohen, abogado de oficio. Cuando Ryan es abandonado por su familia, Sandy acoge a Ryan en su hogar situado en el condado de Orange, California. La serie sigue las aventuras de Ryan junto con los Cohen.

La primera temporada se estrenó en agosto de 2003 y consta de 27 capítulos. Durante esta temporada podemos ver como cambia la vida de Ryan al ser acogido en casa de los Cohen. En Orange, conocerá a Seth Cohen (hijo de Sandy y Kirsten) con el que rápidamente entabla una fuerte amistad, a Marissa Cooper (vecina de los Cohen) quien llama su atención desde el primer momento y a Summer Roberts (mejor amiga de Marissa y el amor platónico de Seth). La temporada gira en torno a las vivencias y trama que envuelve a estos personajes y, en menor medida, a los adultos de la familia Cohen y Cooper. 

Desde hace unos años, The OC ha sido una serie que tenía ganas de ver pero nunca me animaba. Finalmente, este verano me apetecía ver una serie más juvenil y he de decir que no me ha defraudado nada esta temporada.


Atención, esta crítica contiene SPOILERS de la temporada.

The OC estrenó su primera temporada el 5 de agosto de 2003, en el canal FOX, y se emitió durante nueve meses hasta mayo de 2004. 

En el primer capítulo nos encontramos con Ryan, un joven inteligente y buena persona, que le tocó vivir en un barrio conflictivo y con una familia desestructurada. Tras ser detenido, Ryan conocerá a Sandy Cohen, su abogado defensor. Sandy siente una extraña conexión con Ryan y tras ser abandonado por su madre, Sandy decide acogerlo en su casa. De esta forma, en el primer capítulo vemos un contraste entre la vida de Ryan en Chino y la lujosa vida de los Cohen en Orange Country. 

Durante los primeros capítulos, vemos como poco a poco Ryan se va adaptando a su nueva vida. 


Personajes:
Uno de los motivos principales por la que quería ver esta serie es que, quitando el drama juvenil un poco exagerado, es una serie realista. Seguimos de cerca la vida de cuatro adolescentes (Ryan, Seth, Marissa y Summer) con sus complejos, sus miedos y sus relaciones con su familia y con otros adolescentes. 

El personaje que más me ha gustado de los cuatro es Seth porque es tan divertido con su frikismo y sus bromas fuera de contexto. Ryan también me gustó ya que es una persona muy madura y de buenos principios, a pesar de su infancia en Chino. 

Por otro lado, Marissa es un personaje que a ratos me caía bien y en otros no la podía aguantar. Marissa es un personaje complejo y, comparado con los demás, es la que mejor refleja la adolescencia. Esos años de inseguridad, de búsqueda de identidad, de rebelión y de bajones de ánimo (porque seamos sinceros, durante la adolescencia  somos muy susceptibles y cualquier cosa nos saca de quicio). Marissa es la viva imagen de la adolescencia: busca rebelarse contra el control que tiene su madre sobre su vida, intenta encajar, busca desesperadamente alguien que la comprenda y muchas veces se deprime y le da a la botella más de lo debido. Ese es su principal problema, no saber controlarse cuando bebe. 

Por último, Summer es un personaje que no la podía ni ver durante los primeros capítulos y a medida que va pasando la temporada te va cayendo cada vez mejor. Aunque al principio parecía superficial y que lo único que le interesa es la ropa y la fiesta, según va pasando la temporada vas descubriendo que solo es una fachada. Summer es un personaje que haría cualquier cosa por las personas que quiere.

Relaciones:
Sin ver la serie, una de las parejas que me parecían más encantadoras era la de Ryan y Marissa. Sin embargo, tras ver la primera temporada he de admitir que no me tienen enamorada y que son muy monos juntos pero no pegan ni con cola. Su relación se tambalea cada dos por tres y es porque no está construida sobre unos buenos cimientos. Ryan y Marissa se quieren, yo eso no lo niego, pero a veces no es suficiente el amor. 

Ryan viene de una familia desestructurada que no ha hecho más que darle problemas y no necesita meterse en una relación igual. Marissa solo trae problemas desde el primer momento: al principio con Luke, luego con Oliver y por último con su problema con la bebida.

Marissa es un personaje muy dependiente de los demás. Necesitaba desesperadamente alguien que la quiera, y no está mal buscar a alguien que te ame, pero primero debería aprender a quererse a ella misma. Marissa depende del cariño de Ryan y por eso, ante la mínima discusión o malentendido les cuesta resolverlo.

La pareja me gusta porque tienen química, eso es algo visible, pero Marissa necesitaría madurar algo más. O al menos eso es lo que yo opino.

La otra pareja principal que me tiene enamorada es Seth y Summer. Son amor. Son perfectos el uno para el otro. Seth siempre ha estado enamorado de Summer, aunque esta fuera una bitch y lo ignorara completamente. Aunque me dio pena Anna porque era encantadora, Seth complementa tan bien a Summer que es imposible no shippearles. Summer es capaz de dejar entrar a Seth en su corazón y mostrarse tal como es, sin ese disfraz de superficialidad. 

Uno de los mejores puntos que tiene la serie son las relaciones que se establecen entre los personajes. Son relaciones reales con sus cosas buenas y sus cosas malas. Además nos muestran distintos tipos de relaciones y en distintos momento de la vida. Destacan las relaciones familiares, tanto las de los Cohen como las de los Cooper. Podemos ver la relación entre Kirsten y Sandy, que a pesar de sus diferencias se quieren, o la relación entre el padre de Kirsten, ésta y su hermana (no tan bonita como parece). En el otro bando tenemos a los Cooper, no es un matrimonio basado en el amor y en el que Julie solo se mueve por la avaricia. 

El valor de la amistad, sobre todo la de Seth y Ryan, es uno de los temas que más me han gustado de la serie. El hecho de que dos personas tan distintas que en cualquier otra circunstancian ni habrían coincidido, se conocen y encajan también. Seth y Ryan no son solo amigos, entre ellos hay un vínculo más profundo, son como hermanos. Aunque también hay que destacar al grupo formando por los cuatro adolescentes. 


Uno de los cambios que más me gustaron fue el de Luke. Como pasó de ser el "malo" a convertirse en un buen amigo de Ryan y Marissa. Demostró que Luke era más que una cara bonita y acabo enamorándose de quien menos te lo imaginas.




El ingrediente principal para tener unas relaciones tan bien diferenciadas es tener unos buenos personajes realistas y con trasfondo. Los personajes es el otro elemento principal de la serie. Tenemos gran variedad de personajes, en distintas tonalidades, que no solo son "buenos" y "malos" sino que fluctúan entre una amplia gama de grises para adaptarse a las tramas que van surgiendo. Tenemos personajes movidos por la familia, la lealtad, la avaricia, el dinero... un buen popurrí que pueden abrir infinidad de tramas nuevas y muchas relaciones para explorar. 


Puntos negativos:
Lo negativo de la serie, que tampoco podemos decir que sea muy malo, pero es verdad que existe un exceso, a veces exagerado, de dramatismo. Es una serie real, con sus partes divertidas, sus problemas y su drama. Vale, está bien pero tanto drama cansa.  

FINAL DE TEMPORADA
El último capítulo fue como una montaña rusa. Al principio parecía que todo marchaba bien y a mitad de capítulo se dio un giro que lo cambio todo.

Cuando parecía que Theresa abortaría y se iría a empezar una vida lejos, Theresa decide tener al niño y Ryan como el hombre de principios que es no puede dejarla sola habiendo la posibilidad de que ese niño sea suyo. Y este giro en la trama sucedió casi sin pensarlo, sí que era predecible pero viendo como empezaba el capítulo a mi me resultó inesperado. 

Lo que sí me gusto fue el paralelismo de la escena de Ryan en el coche alejándose de Orange Country, que se compara a la escena del primer capítulo donde también es iba pero sin haber vivido todas esas experiencias con sus amigos. Podemos ver como nada ha cambiado pero a la vez todo ha cambiado.

De menor importancia, tuvo lugar el matrimonio de Julie y Caleb (padre de Kirsten) lo cual todavía sigo buscándole algún sentido para este matrimonio. Y ¿cómo nos deja esto?... Pues con una Marissa otra vez deprimida (ahí se ve lo dependiente que es) por la marcha de Ryan y por tener que vivir con su madre en vez de con su padre, con Seth echando de menos a su amigo, casi hermano, Ryan, y con los Cohen extrañándolo.

Para colmo, Seth coge y se va dejando en el aire su relación con Summer. En fin, te deja en un desastre que no ves las ganas de empezar la segunda temporada para ver si Ryan regresará (aunque yo sé que sí ya que esta serie la tengo bastante spoileada) y a ver que pasa entre Seth y Summer. 

Puntuación:

¡3 ESTRELLAS!

Me ha gustado. Es una serie realista y entretenida con un poco (demasiado) drama. Podríamos decir algo simple en el hecho de que no te hace pensar mucho ni tampoco te mantiene con una tensión constante pero que da gusto ver solo por analizar las distintas relaciones de los personajes.

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