Reseña: Desear al diablo (Los huérfanos de Saint James #2) - Lorraine Heath

Título: Desear al diablo

Autora: Lorraine Heath

Serie: Los huérfanos de Saint James #2

Protagonistas: Jack Dodger & Olivia Stanford, duquesa de Lovingdon
Género: Romance histórico

Puntuación personal: 3 estrellas

Sinopsis:  Jack Dodger ha sobrevivido a las calles de Londres para convertirse en el propietario de un exclusivo club para caballeros y en uno de los hombres más acaudalados de Inglaterra. Pero cuando el difunto duque de Lovingdon misteriosamente le nombra tutor de su heredero, un muchacho de cuatro años, Dodger se ve arrastrado hacia Olivia, la madre del joven, que desea deshacerse de Jack lo antes posible. Pero éste no tarda en descubrir un amor que no conoce límites cuando acaba enamorándose de Olivia y se da cuenta de que renunciaría a todo lo que posee por hacerla feliz

Desear al diablo es la segunda novela de la serie de romance histórico Los huérfanos de Saint James. En el aristocrático Londres de la era victoriana, un grupo de amigos huérfanos compartieron una infancia difícil sobreviviendo en las calles más pobres de Londres. Feagan, un ladrón de las calles, los acoge bajo su techo con la condición que le ayuden a ganar dinero robando y timando a otras personas. El tener que vivir en una situación así hace que entre ellos se profesen una lealtad inquebrantable. 

Años después, cuando el destino les da una segunda oportunidad para ganarse la vida mediante otros medios más honrados, cada uno de ellos sigue su propio camino. Luke es reconocido como el hijo perdido del conde de Claybourne, Jack y Frannie gestionan un famoso club de caballeros, William se convierte en médico y James en un respetado detective. Aún así, los lazos que los unen son tan fuertes que nunca dudan en socorrer a un amigo con sus problemas.

Libros anteriores de la saga:

• En la cama con el diablo (#1)

Resumen:  

Londres, 1851. Jack Dodger es uno de los hombres más ricos de la ciudad a pesar de sus humildes raíces. Hijo de una sirvienta que lo vendió cuando era pequeño, Jack se vio obligado a robar para sobrevivir en las calles. Jack es una persona aparentemente distante y fría, cuya única ambición en la vida es ganar más dinero, ya que esto le da poder y seguridad. 

Tras la muerte del duque de Lovingdon, Jack recibe la noticia de que el difunto duque le ha legado parte de sus riquezas y propiedades con la única condición de convertirse en el tutor de su hijo pequeño, Henry, hasta que su viuda, Olivia, contraiga matrimonio. Jack acepta ser el tutor de Henry y buscarle un marido a Olivia para conseguir parte del tesoro que solo recibirá cuando ella se vuelva a casar.

Olivia Stanford, duquesa de Lovingdon, no puede creer que su marido haya legado parte de su patrimonio y la tutela de su único hijo a un hombre de dudosa reputación que se gana la vida regentando una casa de apuestas para caballeros. Es más, se niega en rotundo a que Jack se acerque a su hijo y lo único que quiere es librarse de él.

Sin embargo, Jack se toma muy en serio su labor como tutor y no piensa desistir hasta conseguir casar a la viuda duquesa y ganarse la última parte de la herencia. A medida que Jack y Olivia se van conociendo, los sentimientos empiezan a surgir entre ellos hasta que llegue un punto en el que Jack tenga que decidir entre el dinero o el amor; y Olivia entre lo que rige la norma social y lo que dicta su corazón.

Opinión personal:

Desear al diablo ha sido una novela con la que tengo sentimientos contradictorios. Pasé por varios altibajos mientras la leía, por alguna razón no terminaba de engancharme y la dejé durante unos meses de lado, por lo que no pude disfrutarla igual que si la hubiera leído del tirón o más seguida. Es una historia que me ha entretenido y que en parte he disfrutado, pero de la que me esperaba más.

El tema principal de la novela es el romance que se surge entre los dos personajes principales, Jack y Olivia. Aunque son dos personajes de clase social distinta con una personalidad y forma de ser completamente diferente, ambos pudieron superar esos prejuicios y descubrir que el amor no entiende de ningún tipo de etiquetas. Supieron ver más allá del estatus social y descubrir en la otra persona unos valores que hicieron que se enamoraran entre sí. Es una historia de amor algo distinta a la mayoría de novelas de romance histórico en las que se suelen dar entre dos miembros de la aristocracia. En este sentido, la autora ha sabido captar muy bien este mensaje y transmitirlo. 

Sin embargo, no me ha gustado la forma en la que se ha desarrollado al historia. A mi parecer ha sido muy superficial, sin profundizar mucho en los sentimientos más reales de los personajes. Al comienzo del libro, la relación entre ellos sigue el patrón del típico tira-afloja. La autora supo retratar muy bien esa atracción que choca contra la primera impresión que tenían el uno del otro y cómo intentan negar lo que están sintiendo, participando en ese juego de lucha de voluntades. Esta parte está muy bien conseguida. El problema comienza cuando los sentimientos empiezan a surgir. No terminé de creerme su relación porque me faltó que la autora reflejara con mayor precisión qué hizo a Jack enamorarse de Olivia. 

La trama también nos muestra una parte de suspense en el que terceras personas intentan hacerse con la herencia de Lovingdon. Aunque esta parte es bastante breve, creo que en la medida está bien desarrollada. Aporta ese punto de acción a la trama para que no se quede estancada solo en la historia de amor, pero sin llegar a resultar pesado. 

La historia muestra valores como la amistad y la lealtad, presente en la relación tan especial que une a todos los niños de Feagan. Me emociona ver cómo, a pesar de que cada uno se labró su futuro, siempre estarán unidos cuando uno de ellos necesite la ayuda de los demás. Por otro lado, la relación entre Feagan y Jack es muy especial y me gustó el cariño que sienten entre ellos y cómo Jack sigue considerando a Feagan una parte muy importante de su vida. Por último, me pareció muy tierna la relación entre Jack y Henry. Entre ellos se establece una camaradería prácticamente instantánea. Jack le enseña valores muy necesarios a Henry como enfrentarse a los problemas y seguir su instinto. 

En cuanto a los personajes, Jack es el punto fuerte de la novela. Es un personaje con bastante profundidad. Ya me llamó la atención mientras leía la novela anterior y en esta ha sido un placer lector poder conocer más sobre su vida y su personalidad. Es un personaje complejo que tuvo una infancia muy difícil, en la que le pasaron cosas traumáticas que marcaron su personalidad y forma de ser. Esto nos hace ver que su ambición no nace del deseo de ser cada vez más rico sino que es una forma de sentirse poderoso y protegerse contra lo que podría volver a hacerle daño. El dinero es una forma de defenderse y no sentirse indefenso como cuando lo atacaron al ser un niño. Poder ver esa vulnerabilidad que tanto oculta con su personalidad fría y ambiciosa, hace que el personaje sea más humano. 

Olivia, por otro lado, es una mujer de la que he admirado su determinación y su valentía para alzar la voz y hacerse oír en una sociedad en la que la mujer no tenía ni voz ni voto. Sin embargo, me ha parecido un personaje más superficial al que me ha faltado algo más de profundidad. El personaje me ha gustado, encaja muy bien con Jack, pero quizá mi problema ha sido que no he conseguido empatizar con ella. 

El final ha sido un tanto confuso en cuanto a las relaciones familiares extrañas que se establecen entre los personajes. No quiero hacer ningún spoiler, pero cuando se revela un gran secreto, las cosas se desmadran un poco y nos encontramos en una situación de lo más extraña e inverosímil. 

En resumen, es una historia bastante común que no aporta nada especialmente novedoso dentro del género. Cumple su misión de entretener y es una lectura que acabas disfrutando. Personalmente, tenía otras expectativas. Me esperaba más de esta historia y me ha sabido a poco. 

Puntuación:

¡3 ESTRELLAS!